CAPÍTULO 1 , Ejercicios de bote: mucho más que un gesto técnico

 

CAPÍTULO 1 

El bote: mucho más que un gesto técnico

Qué es realmente botar bien: control, ritmo, intención

Cuando trabajas con niños, enseñar a botar no es tan simple como decir “mano derecha, mano izquierda, mirada arriba”.
Porque la realidad es que muchos entrenadores no tienen 10 balones nuevos, ni una pista perfecta, ni jugadores concentrados 60 minutos.
Tienes un grupo diverso, algunos con ganas de ser Stephen Curry, otros que aún no saben por qué el balón se les escapa.
Y ahí empieza el verdadero reto: enseñarles a botar con sentido.

Botar no es solo picar el balón

Muchos niños creen que botar es mantener el balón rebotando sin perderlo.
Pero botar bien va más allá:
es controlar el balón para algo.
El bote tiene una intención: avanzar, crear espacio, proteger, mirar, decidir.
Un niño que entiende eso empieza a pensar.
Y cuando piensa, deja de hacer las cosas por inercia.

En lugar de decir “bota más fuerte”, prueba con:

“Bota para ganar espacio.”
“Bota para mirar mejor.”
“Bota con propósito.”

Control: sentir el balón, no dominarlo

Cuando el niño se siente cómodo con el balón, todo cambia.
No hace falta que bote bajo la mirada de un entrenador gritando correcciones.
Necesita tiempo y repetición con libertad.
Deja que se equivoque.
Que se le escape el balón y vuelva a intentarlo.
Ahí es donde empieza el control real: cuando ya no tiene miedo a perderlo.

Un buen ejercicio no siempre es el más complejo, sino el que le obliga a decidir mientras bota.
Por ejemplo:

• Bota y reacciona a una señal (color, número, compañero que levanta la mano).

• Cambia de mano cada vez que oye una palmada.

• Corre hacia un cono, frena, protege y retrocede botando.

Sencillo, pero exigente mentalmente.
Eso es enseñar control.

Ritmo: el lenguaje del bote

El ritmo del bote no se enseña con teoría, se siente.
Un jugador que bota siempre igual, pierde opciones.
Uno que sabe cambiar ritmos, gana ventaja.
Por eso los ejercicios deben tener variaciones: lento, rápido, muy rápido, pausa…
No busques que boten como robots; busca que sientan el tiempo del juego.

Una buena idea:
usa música en el entrenamiento.
Haz que boten siguiendo un ritmo.
Cambia la canción, cambia la intensidad.
Aprenderán sin darse cuenta.

Intención: el porqué de cada bote

El bote no debe ser un reflejo, sino una decisión.
Cuando un niño entiende por qué bota, empieza a jugar mejor.
Cada vez que un jugador baja la cabeza y bota sin mirar, pierde el juego que está delante.
Por eso, cada ejercicio debería tener una pregunta detrás:

“¿Para qué estás botando ahora?”
Si no hay respuesta, el ejercicio necesita contexto.

Un ejercicio con intención no tiene que ser complicado:

• Bota para escapar de la presión de un compañero.

• Bota para llegar a una zona y pasar.

• Bota solo una vez y pasa: aprender a limitar el bote enseña mucho más que hacer 50 repeticiones vacías.

En resumen

Botar bien no es solo cuestión de técnica, sino de decisión, ritmo y confianza.
Un entrenador que enseña eso, aunque entrene en una pista vieja o con balones gastados, está formando jugadores inteligentes.
Y eso vale mucho más que tener un gimnasio de lujo.

Porque al final, enseñar el bote no es enseñar a picar un balón:
es enseñar a pensar el juego mientras lo tocas.

🏀 3 Ejercicios prácticos para el próximo entrenamiento

1️⃣ “Bota y reacciona” (control y atención)

Objetivo: Mejorar el control del balón y la reacción ante estímulos.
Material: Un balón por jugador.
Cómo se hace:

• Cada jugador bota en su sitio.

• El entrenador dice una señal (color, número, palabra) o levanta un brazo.

• Según la señal, los jugadores cambian de mano, cambian de dirección o realizan un giro.
  Consejo: empieza despacio y aumenta el ritmo. Si el grupo es grande, convierte las señales en juego: “quien se equivoca, sale y vuelve con otro reto”.

🧠 Por qué funciona: el jugador aprende a botar pensando, no solo repitiendo.

2️⃣ “Corre, frena y protege” (ritmo e intención)

Objetivo: Enseñar a variar la velocidad y usar el cuerpo para proteger el balón.
Material: Conos o marcas en el suelo.
Cómo se hace:

• Desde la línea de fondo, cada jugador corre botando hasta el primer cono.

• Frena en seco, da un paso atrás (protegiendo el balón) y cambia de mano.

• Luego acelera hacia el siguiente cono.
  Variante: que un compañero haga de defensor pasivo (sin robar, solo presionando).

🔥 Por qué funciona: enseña a cambiar ritmos y proteger el balón como en el juego real.

3️⃣ “Bota para algo” (intención y toma de decisiones)

Objetivo: Que el jugador entienda que el bote tiene un propósito.
Material: Conos, compañeros y espacio reducido.
Cómo se hace:

• Divide el campo en tres zonas: salida, decisión y acción.

• En la primera zona, el jugador bota tranquilo.

• En la segunda, debe decidir: pasar, fintar o seguir.

• En la tercera, actúa: entra a canasta, pasa o cambia de dirección.

⚙️ Por qué funciona: enseña a botar con propósito, a mirar el juego y no solo el balón.

💬 Consejo final del entrenador

No busques que tus jugadores boten más rápido… busca que boten mejor.
Cada bote debe tener un sentido, una intención.
Cuando el balón obedece a la cabeza y no al instinto, ahí empieza el verdadero jugador.

Gracias por llegar hasta aquí e interesarte por este blog, y si haz llegado hasta aquí demuéstrame que estoy haciendo las cosas bien suscribiéndote a mi blog y dejando un comentario constructivo para los que lean sigan aprendiendo , puesto que la intensión de este blog es para que los mas jóvenes y los que deciden ser entrenadores a cualquier edad tengan una guía para crecer.

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